Todas aquellas personas que tienen plantas en su hogar, ya sea en macetas colocadas en el interior o en el balcón, o plantadas en un huerto o jardín, son conscientes de que deben estar pendientes de su cuidado constantemente si quieren que crezcan fuertes y sanas y no mueran antes de tiempo.
Uno de los métodos imprescindibles y mejores aliados para su correcta conservación es el uso de fitosanitarios. ¿Pero qué significa esta palabra exactamente? ¿Cuáles son los mejores? Estas preguntas las responderemos en este nuevo artículo que hemos preparado para nuestro blog los profesionales que formamos parte de Agrotenda Pena Fontao, situados en San Sadurniño.
¿Qué son los fitosanitarios?
Muchas veces empleamos palabras de manera casi automática, sin pararnos a reflexionar realmente sobre lo que significan. Los fitosanitarios son todos aquellos productos destinados a prevenir y curar las plantas de posibles enfermedades provocadas por plagas y organismos nocivos. Sin embargo, también lo son aquellos que destruyen las plantas y regulan o inhiben la germinación.
Este tipo de productos ha ayudado en las últimas décadas a incrementar considerablemente los rendimientos en la agricultura, así como a velar por la buena calidad en los alimentos. Por otro lado, una utilización excesiva puede tener efectos adversos en la producción y también puede acarrear riesgos para los seres humanos, animales y el medio ambiente. Es decir, pueden suponer un coste demasiado alto para la sociedad. Es por ello que conviene usarlos en su justa medida siempre y cuando estén legalmente homologados para las labores para las que han sido diseñados.
¿Cuáles son los mejores?
No existe un fitosanitario que sea superior a otros de manera objetiva para todo tipo de situaciones, sino que debemos recurrir a uno concreto en función del problema en cuestión, así como del tipo de planta y del lugar en el que se encuentre. No obstante, los fitosanitarios que más vendemos en Agrotenda Pena Fontao son los herbicidas, los insecticidas y los fungicidas. Aunque parezcan sinónimos, la realidad es que tienen usos diferentes. Los primeros sirven para impedir el crecimiento de malas hierbas en el jardín, los segundos para eliminar cualquier clase de insecto que esté presente en nuestras plantas y los terceros para combatir el moho y los hongos.
Por otra parte, también debemos prestar especial atención en el uso de abonos y fertilizantes adecuados, pues estos también juegan un papel importante a la hora de mejorar el sustrato de las plantas, proporcionarles nutrientes y prevenir la aparición de plagas y enfermedades. Tampoco debemos regarlas en exceso, pues la humedad puede atraer mosquitos, que si bien no son mortales para las plantas, sí resultan sumamente incómodos para los humanos.
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